No podemos ver el cuadro completo, así que no descartemos a Dios. Cuando la vida parece desmoronarse, recuerda que Dios es más que capaz de recoger los pedazos y crear algo hermoso.
Creemos en las cosas que podemos tocar y ver. Podemos poner los pies en el suelo. Podemos sentir el agua en nuestras manos. Creemos en esas cosas, pero Dios es aún más real que las cosas que podemos ver y tocar.